Michael Ende es uno de los autores de literatura infantil y juvenil más importantes del siglo XX. Nació en Baviera en 1929 y murió en Stuttgart en 1995. Su infancia estuvo marcada por la influencia de su padre, Edgar Ende, reconocido pintor surrealista, y por el círculo de pintores y artistas que frecuentaba su padre.

Durante la Segunda Guerra Mundial desertó del ejército nazi. El éxito le llegó con la novela Jim Botón y Lucas el maquinista, pero es conocido sobre todo por sus novelas Momo y La historia interminable. En la Biblioteca Internacional de la Juventud de Múnich existe un museo dedicado a él desde 1998.

Aunque tiene muchas más obras igualmente buenas, las que menciono a continuación es una pequeña recopilación de las que he podido leer hasta ahora, las cuales se han ganado un lugar en mi corazón y me enseñaron valiosas lecciones en mi adolescencia.

La historia interminable (1979)

Como olvidar esta entrañable historia que incluso fue llevada al cine. En esta historia acompañamos a Bastian, un niño que tras perder a su madre pasa por una etapa difícil, cierto día se escapa hacia una librería y allí encuentra “La Historia Interminable”, este libro habla sobre una tierra llamada Fantasía, un lugar donde están ocurriendo extraños sucesos: enormes zonas absorbidas por la nada, la emperatriz está muy enferma y solo un humano puede salvar este mundo, acompañado de Atreyu, un valiente guerrero de la tribu de los pieles verdes. Juntos deberán emprenderán un fascinante viaje a través de tierras de dragones, gigantes, monstruos y magia que no tiene vuelta atrás. ¿Será Bastian capaz de aceptar este reto? ¿Podrá salvar a Fantasía?

Momo (1973)

Una maravillosa historia que nos mostrará el verdadero valor del tiempo. Momo es una niña que posee la maravillosa cualidad de saber escuchar a los demás y todos acuden a ella para contarle sus problemas. Un día aparecen unos extraños individuos “los hombre grises” que representan al Banco de Tiempo y promocionan la idea de ahorrar tiempo entre la población a toda la ciudad: la vida se torna estéril, se deja de hacer todo lo que se considera perder el tiempo, como el arte, la imaginación o incluso dormir. Momo, por su especial personalidad, se convierte en un obstáculo para los planes del Banco de Tiempo. Los hombres grises empiezan múltiples esfuerzos por deshacerse de Momo. ¿Lo lograrán? ¿Podrá Momo ayudar a los hombres a recuperar el control sobre su tiempo?

El espejo en el espejo (1983)

Colección de cuentos oníricos sin títulos en específico sino más bien como un solo texto se unen mediante elementos en común. Este libro es un poco diferente a la demás literatura que ha producido Ende, pues trata temas más profundos que un público más maduro puede apreciar a plenitud, con historias que están entre un sueño y la realidad. El autor hizo este libro en tributo a su padre Edgar Ende, el cual era un pintor surrealista.

El ponche de los deseos (1989)

Volvemos a la temática fantástica de fábula y al público infantil y adolescente con esta historia. Belcebú Sarcasmo y Tirania Vampir se disponen a preparan un ponche "genialcoholorosatanarquiarqueologicavernoso" para celebrar el año nuevo, un tipo de brebaje muy apreciado en los círculos de brujería por su gran poder. Con este ponche, todos los deseos que pidan antes de las doce de la noche se cumplirán pero al revés. Es decir, que si piden que haya paz, habrá guerra.

Pero el gato de Sarcasmo y el cuervo de Vampir, que escuchan lo que se está tramando, buscarán una solución al maleficio para que el brujo y la bruja no se salgan con la suya.

Jojo: historia de un saltimbanqui (1986)

Esta historia está estructurada a manera de un guion, nos narra una situación difícil a la que se enfrentan un grupo de saltimbanquis cuando la dirección de un consorcio les  ofrece viajar por todo el país haciendo publicidad de sus productos. En la compañía de circo se encuentra una niña retrasada mental, Eli, a la que los saltimbanquis recogieron tras una catástrofe provocada por una sustancia química. La única condición que les ponen es que internen a la niña en un asilo, pues no resultaría adecuada para una campaña publicitaria. Apremiados por la necesidad, lo saltimbanquis están casi decididos a abandonar a Eli, aunque todos la quieren. En ese momento, Eli pide a Jojo, el payaso, que le cuente un cuento, este se va presentando en escena como un mundo incipiente que toma forma para confortar a Eli, un mundo bello donde son felices y pueden resolver los problemas a los que se enfrentan; aunque al final sea mucho más duro.